Originalmente publicado en el blog "El Kiosko Bloggero", el 27/Nov/2010, gracias a una invitación a este humilde servidor por parte del creador del sitio, Daniel Arellano. Hoy transcribo su contenido a este espacio.
Convidado de Piedra
Invitado: Arturo Berger
El headmaster del Kiosco me honró hace unos días con una invitación a esta especial sección de su sitio, el “Convidado de Piedra”. Esta sección me parece bien bien entrete e interesante, pero a la vez, es una de las preguntas que siempre me dejan en jaque porque como que me bloqueo para responder cuando me piden mi película favorita, o canción, o etc. Al menos acá tengo dos, y les he dado haaaaaaartas vueltas para poder elegir los que más me representen y que luego no diga (tanto) “chuuuuu, y por qué no elegí este otro…”. Así que aquí va mi intento:
Dos libros de mi biblioteca
Estudio en Escarlata
Siempre y desde bien chico me llamó la atención el misterio, el descubrir cosas, el investigar, el llegar a la raíz de las cosas para comprenderlas y no que queden dando vueltas en el aire. Esto no implica que solamente crea en lo científico ni nada por el estilo (partamos de la base en que creo en Dios), pero si en entender y comprender el origen o la base de las cosas. De esta forma y con el pasar del tiempo, llegué a hacerme fan de una interesantísima serie de dibujos animados, a la cual sigo con pasión hasta hoy en día: Detective Conan. Este personaje, fanático del gran Sherlock Holmes y de su método, me inspiró a querer conocer más sobre este personaje tan famoso y ficticio, pero del cual tantas veces se hizo mención y comentario. Y llegó a mis manos, a través de mis abuelos paternos, el libro titulado “Estudio en Escarlata”. En este libro, que para mí fue la llave de apertura al maravilloso mundo y época narrados por Sir Arthur Conan Doyle, a los cientos de hojas que luego leería gracias a haber abierto este libro. En él me encontré con una descripción del personaje a través de su leal compañero de aventuras, el Dr. Watson, las explicaciones de la forma de pensar de Holmes, hasta en creencias o “filosofías” de vida relacionadas a aspectos que sorprendieron a Watson, por ejemplo:
“Sin embargo, mi sorpresa alcanzó el punto culminante al descubrir de manera casual que desconocía la teoría de Copérnico y la composición del sistema solar. Me resultó tan extraordinario el que en nuestro siglo XIX hubiese una persona civilizada que ignorase que la Tierra gira alrededor del Sol, que me costó trabajo darlo por bueno”.
Este hecho (en conjunto con el aparente “desbalance” e “ignorancia” de Holmes respecto a diversos temas) que es explicado por el personaje como algo tan sencillo como el especializarse en los conocimientos que le permitiesen desarrollar de buena forma su actividad, versus llenarse de cosas que no le revistiesen mayor utilidad, comenzaron a demostrarme el por qué de la fama alcanzada del personaje, en este rol tan contrario al perfil británico clásico, y más aún en la época de su nacimiento y publicación. Hasta la fecha sigo buscando lograr completar la colección de sus libros, pero cada una de sus páginas me llenó de imaginación, entretención, enseñanzas y estímulos para mis objetivos y planes de vida, además de gratos recuerdos de infancia y juventud gracias a la obra de Conan Doyle.
El Señor de los Anillos
Sí, como podrán ver, soy un aficionado a las novelas. Me identifico mucho con ellas pues también soy escritor y el observar los mundos, escenarios, personajes y otros de las mismas, que sirven de guía e inspiración a mi propia escritura. Y este libro (o estos libros, más bien) tuvieron dos etapas gigantescamente distintas entre si.
La primera vez que leí El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo era chico (debo haber tenido como… ¿10 años?). Me lo regaló mi hermana años después de que ella leyera el Hobbit, y que a mi, en el colegio, me mandaran a leer El Hobbit, sin llamarme tanto la atención. Ella me preguntó si me había gustado, le dije que igual taba piola, y me regaló ese libro. Cuando me senté a leerlo por primera vez (por ahí por los 90’s) me dio una soberana lata. El primer capítulo era puro “y los pastos verdes cual esmeralda profunda en el océano caribeño que cubría las densas capas de suave y sedosa tierra oscurecida por la lluvia cristalina y etc. etc. etc. etc. etc.” me quemó y me aburrió de golpe. No llegábamos a nada y eran hojas de hojas de hojas de puro bla blá sin norte. Cerré el libro y lo guardé de nuevo en mi biblioteca, donde durmió por varios años.
Así, llegó el verano del 2000. Entre calor y otras cosas, y haberme cambiado hace poco de casa, se me ocurrió retomar el libro y darle una segunda oportunidad, sabiendo a qué me enfrentaría otra vez. Me predispuse a superar esa parte para ver que seguía, y esa decisión fue lo mejor que se me pudo ocurrir. Sin darme cuenta y en un par de horas ya llevaba más de la mitad del libro leído, y no me quería despegar del mismo. Debo haberlo terminado de leer en menos de un día, y recordé que mi hermana me había regalado la segunda parte, que estaba algo más nueva en mi biblioteca. Al terminar el primer libro y pasar a El Señor de los Anillos: Las Dos Torres no han de haber transcurrido más de dos o tres días. Ese libro también comencé a engullirlo rápidamente, ya casi entrando en el último año de colegio que me tocaba. En los recreos los leía, en el camino a casa, en cada rato libre. Y sin darme cuenta llegué al término, corrí a buscar la tercera parte y final, el desenlace, y… ¡¡¡DEMONIOS!!! No estaba en mi biblioteca. Aún no me llegaba. Para mi cumpleaños de ese año llegaba la 3ra parte, y finalmente llegaba al momento culmine de la historia. Y esta historia de magos, guerreros, elfos, enanos, árboles gigantes caminantes, amoríos y desamores, valentía y cobardía, traición y lealtad, y tantas temáticas tan cotidianas del día a día me abría la puerta también a muchos otros caminos (conversaciones con amigos que hasta la fecha conservo, participación en foros del tema que me permitieron conocer nuevas personas a su vez, no sólo del país sino de otros lados) y también ideas y motivación para retomar la escritura, que por mucho tiempo quedó dormida en mis manos. Hoy en día el tiempo no me permite escribir mucho (que no sea enviar CV’s, informes, trabajos de diplomado, etc.) pero esta historia me recordó el sentimiento que fluye en mi al escribir una narración o idear una historia. Páginas de páginas llenas de imaginación y sentimientos metafóricos entregados a todos aquellos que deseen zambullirse en sus páginas es lo que encontrará quien se interne en las letras de J.R.R. Tolkien, de la misma forma que la actual generación lo hizo con J.K. Rowling y su pequeño hechicero.
Ahora, un último detalle en relación a la literatura. A diferencia de mi padre, no soy creyente de que la literatura “tenga” que ser material educativo, documental, histórico o filosófico. Creo fielmente que la imaginación humana es uno de sus más grandes dones y tiene su lugar bien ganado en la literatura internacional. Y no será jamás una pérdida de tiempo: son pasajes para todos a mundos, momentos y emociones distintas, sin el filtro de la raza, la religión o tantas otras.
Dos Discos en mi Wurlitzer
Donde Hay Música (Eros Ramazzotti – 1996)
Desde pequeño –y no tengo idea por qué- siempre me gustó la música de Eros Ramazzotti. Recuerdo incluso que cuando nacía el canal La Red, había un espacio en que se tocaba mucha música (aparte de los videos de Bogus y tantos otros), y de los videos que más se repetían eran, precisamente, los de Eros Ramazzotti. Y en la medida que fui escuchándolo, escuchando sus letras y siguiéndolo a lo largo del tiempo, este disco (el primero que me compré con mis pesitos) pasó a ser mi favorito de su música. Me sé cada una de sus canciones de memoria y, desde su metáfora, sus frases y sus melodías, representa muchas de las cosas que he vivido en la vida, en el aspecto afectivo y personal, y que me acompañaron en diversas etapas musicalizando esos recuerdos y esas vivencias. Hoy en día, además, es el cantante favorito que comparto con mi polola, a quien también le ocurrió una experiencia muy similar con la música de este conocido italiano. Ojalá venga pronto a dar un recital, que tanto tiempo llevamos esperando.
Voices (Vangelis – 1995)
Si bien elegí este disco como mi segundo, en realidad debo señalar que todos los discos de Vangelis que conozco me son por demás gratos y los he disfrutado, todos y cada uno de ellos. En una época de mi vida me brindaron gran paz, calma, tranquilidad y refugio, en los momentos que necesité concentrarme o conectarme conmigo mismo, relajarme o soltar tensiones. Me ayudaron también en muchas instancias de escritura, o fueron grandes compañeros en noches lluviosas, sentado al borde de una ventana viendo el agua caer. Esta música (que se considera dentro de la categoría “New Age”, como Enya, por ejemplo) es ideal para un momento de relax, un momento íntimo incluso, o un espacio personal donde se quiera un suave y tranquilo ambiente. Una delicia de música.
Mención Especial: Un tema que salió hace poco: “Arriba la Vida – CroniK”. Si bien no soy aficionado al reggaetón (y de hecho me tiene chato), este tema en particular no lo siento tan “reggaetonero”, sin embargo, su letra y la propuesta temática que plantea en ella es algo que bien podría ser un himno de vida para varios. La fuerza de vivir, el deseo de salir adelante, y de que no haya nada que logre tumbarnos, que la vida es muy corta para sufrir y hay que disfrutarla lo más posible.
Lo mejor en 8mm (o sea, mis 2 películas).
Sherlock Holmes (2009)
Sí, era obvio. Debo haber sido la primera persona en el Hoyts de La Reina en comprar entrada y entrar a ver la película el día de su estreno. Me interesaba demasiado (como me pasó con las películas del Señor de Los Anillos) ver la forma en que se traspasaba al personaje del libro, a la pantalla grande. Más aún cuando el actor elegido (Robert Downey Jr.) no tiene prácticamente ninguna similitud con el personaje narrado en el libro (alto, muy delgado, de nariz aguileña y cara afilada, versus un Downey Jr. que es mucho más chico, bastante más ancho, y con rasgos no tan marcados como los de Holmes). Sin embargo, desde la banda sonora (que es una delicia musical, el uso de los violines y de los instrumentos más clásicos está organizado de una forma perfecta), pasando por el guión, y el enfoque de un Holmes más “físicamente activo”, más que sólo racionalmente, así como la escenografía utilizada a lo largo del film, me encantaron y me dejaron por demás satisfecho como gran admirador y seguidor de la saga de novelas y relatos. Es una película de gran y entretenida acción, de muy bien logrados momentos de suspenso y tensión, que hacen que las dos horas y algo que dura la película ni se noten. Eso si: nunca será lo mismo verla en pantalla chica, LCD o lo que sea, a haberla visto en la pantalla grande. Un placer a la vista y al oído.
“Psychologycal recovery… 6 months.”
John Q. (2002)
Creo que, de todos los gustos que señalé, este será el más “profundo”, jaja.
Dentro de mis grandes sueños de vida, está el ser padre. Tanto biológica como afectivamente –si me entienden a lo que apunto-. El día en que tuve la oportunidad de ver esta película (en el cable, lamentablemente, en vez de en la pantalla grande), me llamó la atención desde el primer minuto pues actúa uno de mis actores preferidos por su desempeño en grandes films como “El Coleccionista de Huesos”. Decidí sentarme a verla, y me emocionó hasta la médula. La película nos narra, a lo largo de sus 116 minutos la historia de un padre desesperado, a quien la tan detestada burocracia pone al límite, pues su único hijo padece de una grave enfermedad cardiaca que requiere de atención y cuidados constantes, que le quieren ser negados por un error burocrático en relación al pago de las cuentas del hospital. Ante esto, la mujer de John Quincy Archibald (Denzel Washington) le exige que “haga algo al respecto”, lo que el desesperado padre cumple a cabalidad. Un intenso, emotivo y profundo film respecto al amor de un padre hacia su hijo, y cómo este es capaz de hacer lo que sea por su bienestar. Es una película totalmente recomendada para verla en familia, en singular, etc.
Espero disfruten las sugerencias y elecciones señaladas, y agradezco al gran Daniel por la invitación y la oportunidad
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Hasta ahí la transcripción de este artículo. Quise re-compartirlo en este renaciente blog como parte de también contarles un poquito de mi a quienes se integran a su lectura, así como a quienes ya me conocen desde hace algún tiempo.
Saludos queridos lectores!